lunes, 14 de mayo de 2007

Series americanas: Perdidos (1 de 3)

Sigo desde con especial interés tres series americanas que se acercan al final de la temporada: Perdidos, Héroes y Jericho. De la primera apenas puedo aportar algo que no se haya dicho antes. Es el Twin Peaks de nuestro tiempo, pero no hay que adivinar quién mató a Laura Palmer, sino qué cojones es la isla. Algunos dicen que es la serie perfecta para definir qué es la posmodernidad cinematográfica fundamentada en los pilares descritos por los pensadores herederos de la primera generación de la escuela de Franfurt. La desconfianza ante la idea de progreso, razón y la idea de identidad del sujeto fuerte son las tres ideas principales de esta corriente filosófica.



En la serie isleña las vemos plasmadas mejor que en la mayoría de productos descritos como posmodernos. Los dos primeros puntos que atañen a la razón y al progreso quedan ratificados simplemente con la situación que se nos planea: una vuelta a los orígenes fuera de la civilizaión donde el progreso sólo cuenta con aliados inestables, las armas y una radio. La aparición de una mayor cantidad de tecnología en las segunda y la tercera temporada ahonda en la sensación de que el progreso puede ser el peor de los aliados si su uso está enfocado de forma errónea. Y la desconfianza en el concepto de progreso también atañe a la trama en si. Los posmodernos argumentan que no existe un fin hacía el cual tiende la historia. Si no conocemos el fin al que nos dirigimos, ¿cómo calificar que un acontecimiento puede ser un progreso o un retroceso?.

El segundo punto, la desconfianza respecto a la idea de razón queda patente en multitud de situaciones y personajes, siendo John Locke el más perfecto representante en este cuestionamiento de la tiranía de la razón frente a la fe y la supervivencia.

El último punto, la idea de sujeto fuerte, alude a que una persona no es sólo un ámbito vital (un trabajador, un ciudadano), sino una confluencia de características que conforman un personalidad totalizadora. Me pongo como ejemplo para que se entienda mejor: yo soy un varón, universitario, ciudadano de un país, personaje virtual (Obreis, mi nick), pero también soy un consumidor, un número en las audiencias,etc. En la serie esto se nos muestra a través de los flashbacks, en donde se nos muestran una serie de facetas de los personajes que conforman a la persona más allá de ser el médico, el truhán, el chino o el yonki.

Estas razones, entre otras, ayudan a que Perdidos sea una de las series más completas de los últimos veinte años.

(19-Mayo-2007; 2:56h) Nota: cuando acabe la tercera temporada realizaré un comentario más extenso que incluya los acontecimientos de temporada tan desconcertante. También hablaré de la estructura de la serie de un modo general.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cómo puede ser que no tengas apenas comentarios?
Acabo pues, de descubrir un blog genial!
Me pasaré a menudo x aqui..
Saludos!

Anónimo dijo...

Me encanta lo que has escrito. Es lo que siempre he querido decir sobre la serie, pero nunca he podido hacerlo de una manera tan genial.

Yo me quedaba siempre en la frase de "es el Twin Peaks de nuestros tiempos" :D

Anónimo dijo...

mmmmhhhh, interesante post!!!!, espero espectante al de heroes

Anónimo dijo...

también se puede pillar desde el rechazo postmoderno a la existencia de unas reglas de validez universal que gobiernan la naturaleza, etc.

En la isla los cánceres se curan, lo lisiados andan, pasan cosas raras con las embrazadas, un elemento etéreo como es el humo parece tener propiedades materiales. Es como un agujero negro para las leyes de la física...

un saludo

Ouyeahs dijo...

Oye,genial artículo.Realmente nunca lo había enfocado de ese modo,pero sin duda la trama de esta serie bebe del postmodernismo.
Tengo que felicitarte porque tienes un blog cojonudo.


Saludos de otro vigués!

Anónimo dijo...

Todos estan muertos