miércoles, 26 de mayo de 2010

Bien hallados

Retomo transitoriamente la actividad de este vuestro blog amigo para comentar el fenómeno más grande de los últimos años: el final de Lost. Avisados quedáis de spoilers y mierdas varias así como ciertos insultos gratuitos dirigidos a diferentes personas.

Lo primero es la valoración breve: el final no solo me gustó sino que me parece perfecto, salvo por un detalle: Kate debía morir de forma cruel, dolorosa y gratuita (se me ocurre la de morir empalada por una caña de bambú al girarse para ver a Jack cuando se despiden, por poner un ejemplo). Por lo demás me ha emocionado como solo las grandes obras pueden hacerlo: desde el corazón de los personajes, lo verdaderamente importante de esta serie. Y es aquí cuando abro la lista de insultos para aquellos que se hacen llamar fanes (y con feces) y que califican el final como un truñaco o algo peor. Me producen lástima pues han perdido seis años de sus vidas detrás de algo que nunca fue lo que ellos creían. Lost ha sido, fue y será una de las más grandes series sobre personajes de la historia. Sólo la fuerza de estos personajes hizo posible que siguiéramos aguantando la serie tras cada nueva pirueta (siendo suaves) de los guionistas.

Es Lost una de las obras más grandes obras acerca de la redención y de la vida (y por consiguiente de la muerte) que hemos podido disfrutar y al igual que otra gran serie que investigaba los mismos territorios, Six feet under, es un culebrón donde los personajes son la excusa real para no abandonar el barco. Como dejar de ver una serie que posee unos personajes con la fuerza de John Locke, Benjamin Linus o Desmond Hume.

Han sido seis temporadas donde hemos sincronizado nuestras emociones con las de estos personajes hasta el punto de sentir cierto fastidio, como ellos, cuando algunas preguntas no eran respondidas. Y esto ha sido así hasta que en el último episodio han (hemos) comprendido que las respuestas no importan sino el camino que lleva a conjurar la pregunta.

También quiero dejar aquí constancia de que la serie no me parece la historia de una isla, ni de un grupo de supervivientes de una catástrofe aérea. Lost es la historia de un ataúd vacío que será ocupado por un hijo en busca de la redención de su padre (tema presente ya en Star Trek de J.J. Abrams).

Así que a todos los que se han sentido defraudados. lo siento por vosotros, por estar tan muertos en vuestro interior.

Y a los responsables de todo esto, solamente darles las gracias. Es lo mínimo que puedes hacer para con alguien que te ha dado la oportunidad de llenar tu vida con algo tan grande.