domingo, 26 de septiembre de 2010

Un poco de cine, por favor

Si, estoy que lo tiro.

Volviendo a cosas más mundanas me gustaría comentar la edición que hoy termina del festival de Donosti. Me da a mí que en menos de 10 años no habrá ni festival ni gaita como siga intentanto competir con el resto de festivales grandes y todo por obra y gracia de un palmarés que peca de ombliguismo. Y es que es un mal que persigue a España en cualquier cosa que haga. Ya sea el festi de Donosti o los premios Principe de Asturias. Siempre queremos quedar bien con los nuestros y hacemos que el nivel descienda de forma alarmante.

Por si fuera poco, dos eventos de primer nivel como el mencionado festival y la Vuelta Ciclista a España pierden fuste por ser las últimas de sus respectivos circuitos. Vamos que cuando llegan aquí, el pescao ta to´vendio.

Por lo menos este año no les ha dado a los del Festival por darles el premio a alguna pelicula patria sobrevalorada y producida por alguno de los patrocinadores del festival.

Eso si, la Concha está monísima en esta época del año.

Yo para ser feliz quiero una nación

De vuelta para comentar ciertos aspectos de la semana que se avecina con esa huelga general que de seguir los servicios mínimos solicitados por el ministerio y demás estatutos nacionales sería una pausa para el cigarro.

Me hizo gracia en su día la fecha elegida puesto que a finales de Septiembre la huelga no hace tanto daño como a principios cancelando vuelos, trenes, cerrando gasolineras, con solo una taquilla de peaje. Se hubiera cre3ado un superatasco tal que ni lo chinos y sus congestiones de 90 kilometros en la M-30 pekinesa. Pero claro, cuando uno se pone a meditar quienes son los responsables de decidir las fechas así como las reclamaciones que se han de hacer al gobierno pues como que todo queda aclarado. En estos tiempos no debemos considerar a los grandes sindicatos como la herramienta que conseguirá mejoras para el trabajador puesto que hace ya yiempo que se han convertido en la voz de su amo, un gobierno que sigue meando encima nuestra y no solo dice que es lluvia sino que incluso intentat convernernos de que es Sunny Delight.

Una huelga general de un día lo único que hace es que la gente aproveche y se vaya al monte o a visitar algún sitio bonito. Será por ser gallego, pero para mi la huelga es ir a Portugal a dar una vuelta por el mercadillo. Y eso es por que la gente hace tiempo que ha aceptado que los politicastro y gentuza de medio pelo que gobiernan (desde alcalde a presidente europeos y mierdas varias) van a hacer lo que les salga de la punta del mismísimo cimbel aunque salgamos a la calle con el puño en alto y nuestras soflamas proletarias. Dejémonos de milongas: la única solución es sitiar sus urbanizaciones y llevarles toneladas de mierda a sus puertas para que puedan recibir todo lo que han sembrado.

Por mi parte, pienso pasar el día viendo películas de Charles Bronson y Chuck Norris para poder comprender de donde viene ese odio a todo aquel que quiera reivindicar sus derechos.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Bien hallados

Retomo transitoriamente la actividad de este vuestro blog amigo para comentar el fenómeno más grande de los últimos años: el final de Lost. Avisados quedáis de spoilers y mierdas varias así como ciertos insultos gratuitos dirigidos a diferentes personas.

Lo primero es la valoración breve: el final no solo me gustó sino que me parece perfecto, salvo por un detalle: Kate debía morir de forma cruel, dolorosa y gratuita (se me ocurre la de morir empalada por una caña de bambú al girarse para ver a Jack cuando se despiden, por poner un ejemplo). Por lo demás me ha emocionado como solo las grandes obras pueden hacerlo: desde el corazón de los personajes, lo verdaderamente importante de esta serie. Y es aquí cuando abro la lista de insultos para aquellos que se hacen llamar fanes (y con feces) y que califican el final como un truñaco o algo peor. Me producen lástima pues han perdido seis años de sus vidas detrás de algo que nunca fue lo que ellos creían. Lost ha sido, fue y será una de las más grandes series sobre personajes de la historia. Sólo la fuerza de estos personajes hizo posible que siguiéramos aguantando la serie tras cada nueva pirueta (siendo suaves) de los guionistas.

Es Lost una de las obras más grandes obras acerca de la redención y de la vida (y por consiguiente de la muerte) que hemos podido disfrutar y al igual que otra gran serie que investigaba los mismos territorios, Six feet under, es un culebrón donde los personajes son la excusa real para no abandonar el barco. Como dejar de ver una serie que posee unos personajes con la fuerza de John Locke, Benjamin Linus o Desmond Hume.

Han sido seis temporadas donde hemos sincronizado nuestras emociones con las de estos personajes hasta el punto de sentir cierto fastidio, como ellos, cuando algunas preguntas no eran respondidas. Y esto ha sido así hasta que en el último episodio han (hemos) comprendido que las respuestas no importan sino el camino que lleva a conjurar la pregunta.

También quiero dejar aquí constancia de que la serie no me parece la historia de una isla, ni de un grupo de supervivientes de una catástrofe aérea. Lost es la historia de un ataúd vacío que será ocupado por un hijo en busca de la redención de su padre (tema presente ya en Star Trek de J.J. Abrams).

Así que a todos los que se han sentido defraudados. lo siento por vosotros, por estar tan muertos en vuestro interior.

Y a los responsables de todo esto, solamente darles las gracias. Es lo mínimo que puedes hacer para con alguien que te ha dado la oportunidad de llenar tu vida con algo tan grande.