GPS ya! contra la discrimincaión

En La Voz de Galicia de hoy aparece este artículo que me ha dado que pensar. Un paralítico cerebral, en ruta a un puticlub, se paso en la rotonda y acabo en la autovía. Pero lo que hay que destacar es que hace tres años ya estuvo allí y no pudo disfrutar de un buen meneo por que el club de alterne no estaba adaptado. Si es que... primero barreras arquitectónicas y ahora que no hay señalización adecuada. El pobre hombre que quiere echar un quiqui y tiene que hacer una travesía que ni Link el de los juegos del Zelda. Asi no se puede, hombre. Desde aquí todo el apoyo a este hombre de bien que sólo quiere disfrutar de un poco de sexo.