miércoles, 4 de abril de 2007

Que alguien me haga un croquis, que yo no lo pillo

Ayer me tropecé con esta noticia en el informativo de Telecinco, hoy sólo la pude encontrar en La Voz de Galicia: Cuatro meses de cárcel por pegar a su hija con una zapatilla. Y el juez se habrá quedado tan agusto. No encontramos cada día con un mayor número de casos de hijos que maltratan a sus padres, y este tipo viene a decirnos que ya no podemos reprender a nuestro hijo adolescente con un buen zapatillazo en el culo. Pongo el cojón en el fogón y no me quemo si digo que el juez no tiene hijos, y si los tiene, estos no tienen más de cinco años. Si tuviera a una de esas fieras de entre diez y dieciseis años, me iba a contar, hubiera puesto a trabajar a la chavala para mantener a sus padres.

Lo peor de esta sociedad es que hemos pasado de un extremo donde la letra con sangre entraba a uno, para mí incluso más peligroso, donde todo hay que hablarlo. Los pedagogos le comentan a los padres que cuando sus hijos (de tres años en adelante, verídico) hagan algo malo, los padres deben explicarle que es lo que hizo mal y ayudarle a encontrar la "respuesta acertada" para ocasiones futuras. Estupendo. Intenta explicarle tú a un niño de cinco años, con el poder de concentración de un pez de colores, que no se tiene que comer todo, que en esta casa no se tira nada. La gente diría, pues castigalo. Aquí surge otro problema.

Los padres de ahora ya no tienen la paciencia ni las ganas de nuestros padres por educarnos como personas. Lo único que quieren es que sus niños no le den la turra más de lo necesario. Es por esto que ni siquiera se mantienen firmes cuando castigan a sus hijos por alg que han hecho. Yo me he tirado navidades enteras sin poder salir, castigado por haber suspendido inglés, y eso que era una asignatura que no se me daba nada bien (la odiaba). Pero mis padres se mostraron siempre inflexibles con los castigos. Su obligación es reforzar su autoridad hacia los niños. Si estos pierden el respeto hacia sus padres, lo perderán hacia el mundo. Y aunque en estos tiempos eso pueda parecer una tontería, es uno de los pocos valores que te serviran en todo el mundo, junto con la educación. Y estos niños de ahora ya no poseen una buena educación. El nuevo método pedagógico es el de: "mamá, quiero esto", "pues toma y cállate". Bien señora, cuando su hijo tenga que luchar por algo en la vida, se las verá putas cuando no se lo den a la primera, sin hacer méritos, sólo por que así dejará de llorar.

Otro problema de los padres de ahora es que los hijos los tienen como quien tiene un perro. No se dan cuenta de la responsabilidad que representa. Hay que ser consciente de los horarios laborales, por que al final la criatura pasará más tiempo con sus abuelos que con sus padres. Las parejas que de verdad desean un hijo y se sacrifican por él, arreglan su horarios como sea, cambian incluso de trabajo para que puedan pasar el mayor tiempo posible con ellos. Pero esto es un caso tan raro que sólo conozco uno.

Y luego crecen y se convierten en bastardos tiranos y nos tiramos de los pelos. Y si nuestra hija de 16 años nos contesta "de manera airada e irrespetuosa" no le podemos dar con la zapatilla. Pero la que me da pena es la chica, de ser yo el padre la echaba de casa y no le volvía a hablar en la puta vida. Se iba a enterar de quien es aquí el que manda.

No hay comentarios: