miércoles, 4 de marzo de 2009

Críticos analfabetos

De primeras quisiera excusarme por no haber dado señales de vida en las últimas semanas, pero se que la sorpresa y la incertidumbre siempre es bien recibida. Seguidamente comentar en breves trazos ciertos temas que han acontecido en el último mes:

- el primero, evidentemente, son las elecciones gallegas y vascas. Sólo decir que en Euskadi nos vamos a divertir un huevo con el PSOE y el PP apoyándose sólo para joder al PNV. No creo que los Monty Python hubieran podido escribir un sketch mejor que este que se abre en las Vascongadas; de las gallegas, nada que comentar, pero sí el PSOE y el BNG quieren llegar algún día al poder de nuevo tiene que empezar por pegarse un tiro en la cabeza. En los cojones no pueden por que no tienen y en el pie ya se lo han estado pegando durante los tres años y medio de legislatura.

- segundo tema: los premios cinematográficos que nos inundan en febrero. No sirven para nada. Películas cuyas campañas de promoción para los Oscar tienen un mayor presupuesto que para la película en sí no merece consideración alguna. Además, el triunfo de la pelicula de Danny Boyle es puro politiqueo. Lo de Penélope mejor no comentar. Menos mal que Sean Penn ganó el Oscar por otra brillante actuación y no ese espantajo que es Mickey Rourke que sólo ha actuado bien en La ley de la calle y en El luchador.

- no puedo dejar de comentar la vuelta de Perdidos y de Muchachada Nui. Las dos me sulibeyan de forma diferente pero con la misma arma: la estupefacción ante el giro más inesperado dentro de lo esperado. Cuando te hablan del guión te dicen que tu máxima ha de ser sorprender al espectador con lo que secretamente espera. Cada uno a su manera, los dos productos lo consiguen.

Y llego ahora al meollo del post la crítica de las críticas y de los críticos. La semana pasada me vi asaltado por un catarro cuasi épico a juzgar por el volumen, consistencia y cantidad de lemas y mocos expulsadas de mi cuerpo cual niña del exorcista. Durante la convalencecia en cama devoré varas películas que me ayudaran en el proceso de mejora. Películas como Los Goonies, El secreto de la pirámide, El último gran héroe o Tropic Thunder.

Más de uno estará pensando que el catarro fue más bien una gripe española que me secuestro el raciocinio pero reto a cualquiera a depreciar en una crítica los valores cinematográficos (amén de los plenamente lúdicos) de cualquiera de las obras citads. Entrelas películas que vi estaba una comedia romántica titulada Adictos al amor, película de 1997 con Matthew Broderick y Meg Ryan como portagonistas. Ahora es cuando TODOS pensaios que se me ha ido la olla del todo: la película es una de las mejores comedias románticas de los últimos 20 o 30 años. Por supuesto muy por encima de mierdas entronizdas como Cuando Harry encontró a Sally o Algo para recordar.

Tras ver la película me puse a buscar toda crítica que pudiera encontrar. La verdad es que google no ayudó mucho pues la mayoria de los enlaces eran sólo reviews con una sinopsis y una valoración de o a 5 estrellas. Pero este fin de semana tuve que ir a Vigo y encontré la Cinemania y la Fotogramas que hablaban de la película. En ambas la despachaban rápido, como una película más de Meg Ryan sin entrar en sus cualidades cinematográficas en ningún momento. No leí lo acertado que resulta que al personaje de Matthew Broderick se le enfoque siempre con teleobjetivos que difumionan el fondo y que representan muy bien como él ve el mundo puesto que astrónomo; o el juego de luces y sombras que avanzan y retroceden al ritmo de las diferentes relaciones establecidas entre los cuatro protagonistas de la película; o como la locura en la que se ve sumergido uno de los personajes se ve reflejado con rupturas del espacio.

Todos estos elementos le son ajenos al espectador de a pié pero no a aquel que estudia el cine, o trabaja en él a nivel artístico (el que curra de eléctrico o de constructor de decorador le importa una mierda lo artísitco de su trabajo, salvo alguna excepción). Tampoco debería serlo para aquel que con sus palabras puede hundir o elevar una película, con todo lo que esto conlleva. Lo peor de los críticos de cine es que hablan a partir del gusto, algo que es particular e intransferible. La mayoría apenas tiene formación audiovisual por lo que desconocen una gran parte del trabajo intelectual que hay que realizar previo a la filmación: ¿emplearé objetivos normales o angulares? , ¿la luz ha de ser dura o difusa?, ¿el actor mueve la cámara o la cámara tiene movimiento propio? y así cientos de cuestiones. Y cada una de ellas influirá a un nivel subconsciente en el espectador que no podrá expresar correctamente por que entiende que el protagonista no mire a los ojos de un personajes en concreto o de por que se va con otro cuando todo nos indica que puede conllevar un peligro. Desde el mismo título hasta el tipo de letra de los títulos de crédito es fruto de una reflexión (o debería serlo) por parte del director y de su equipo para lograr expresar cien mil conceptos con una sola imagen.

Por todo esto declaro la guerra a los críticos analfabetos cuya única credencial para ejercer su derecho a la influencia es su cinefília. Por que hay que recordar que un crítico no está dando sólo una opinión, esta influyendo en un grupo de personas y por ello debemos exigirles una formación.

4 comentarios:

poliptoton dijo...

¿Cómo que no valen para nada los Oscar? Sirven para hacer a mucha gente ir a ver la peli y desde ese punto de vista, comercialmente, siguen teniendo todo su sentido. Y así, una película como "Slumdog Millionaire", que era carne de DVD, se convierte en un taquillazo. El ejemplo paradigmático eran los Weinstein en sus buenos tiempos en Miramax: que "Shakespeare enamorado" ganara el Oscar es para reflexionar profundamente.
En cuanto a lo de las críticas... hombre, no seas tan radical. Cada uno elabora sus críticas con la munición que tiene; luego cada lector escogerá, basándose en los argumentos que aporte, a qué crítico le hará caso y a quién no. Boyero, por ejemplo sigue siendo mi dios y no tiene ni puta idea de técnica, pero su honestidad me sigue convenciendo.
Y que conste que todas esas pelis que viste enfermo molan mucho. Y "Cuando Harry encontró a Sally", también. Por cierto, que me suena que en su momento sí que hubo quien reivindicó "Adictos al amor", aunque no me preguntes más; yo sólo recuerdo aquel póster temible en el pasillo de los Norte y ya me recorre la espalda un escalofrío...

PD: Queremos más cortos.

Obreis dijo...

Entiendo tu postura sobre los premios, pero cada vez me da más grimilla ver los palmarés. Los premios los otorgan realmente los medios a través de sus críticos estrella, sobre todo en los EEUU.

Los críticos españoles sólo molan en versión destroyer, usease, modo Pumares destrozando a El patriota on.

En breve vendrán más cortos extraños y con una falta total de reflexión sobre la técnica, básicamente por ser grabados sin guión, sólo un breve esbozo de la trama.

Anónimo dijo...

Excelente tirón de orejas a los críticos. Tienes mucha razón. Personalmente, pocas veces he aprendido más de cine que cuando he intentado hacer mis propios experimentos "artísticos" (ejem).

Y por cierto, aquí uno que no aún no ha visto 'Adictos al amor' precisamente por las críticas negativas que tuvo (no leí ninguna a favor hasta ahora). Has hecho que me pique la curiosidad, voy a buscarla. ;)

Saludos.

Rosalía R. M. dijo...

¿¿¿¿¿¿Que has visto una comedia romántica????uyuyuy...Braisiño,sip, lamento comunicarte que si que "un poquito" el catarro te afectó...jejej

....Aunque hay que reconocer que para poder hablar o "criticar", como es el caso, hay que conocer la variedad, lo bueno y lo malo...y lo has hecho...bieeeeeeeeeeennnn!!que sigas las normas periodísticas que a los propios periodistas (o los de esa calaña que se hace llamar asi, insultando a la profesión)se les olvidan tan a menudo...