martes, 13 de noviembre de 2007

No confies en nadie

Acabo de ver el último episodio de Damages. Aún estoy bajo el aturdimiento que supone tragarse una serie como esta en tres dosis. Aunque quizás sea lo mejor. Es una obra tan redonda y perfecta que asusta, como esos atletas que parecen robots, como si fueran inhumanos. Y es uno de los más bellos ejemplos de la mezquindad que anida en el ser humano. Y aunque algunos odieis a Glenn Close (no sé por que), dejar eso a un lado y arrodillaros ante una lección de como ser una bastarda hija de puta con clase. Asi que ya sabeis, no confieis en nadie.

Aqui podéis verla en streaming.

Y un hecho que la hace aun más grande, algunos de los capítulos han sido dirigidos por Mario Van Peebles. Lo sé, puede parecer una broma de mal gusto, pero lo peor es que lo hace de puta madre. Supongo que se le pegó algo de Eastwood cuando rodo El Sargento de hierro con él.

1 comentario:

Una hija de puta con clase dijo...

Ser una hija de puta con clase no está nada mal ;-)