Tras este pequeño parón debido a las continuas fiestas que asolan este bello paraje del norte peninsular retorno con un pequeño comentario que surge al hilo de estas noticias: ¿Qué ocultan nuestro hijos?, y EEUU nacionaliza dos empresas hipotecarias.
Primera noticia:
No creo que se deba realizar un libro acerca de lo que los hijos ocultan a sus padres puesto que, en mi opinión, la ocultamiento de la información es lo que hace que no nos tiremos los trastos a la cabeza. Esto es aplicable a todos, no sólo a las relaciones paterno- filiales sino también a las relaciones amoroso- sexuales o las relaciones empresariales. Es una obligación de la persona cayar ciertas cosas para no herir, profundizar en el daño o simplemente para proteger a otros, en especial a los que más queremos.
Está claro que el conocimietno de este hecho surge en nuestra adolescencia, cuando comprendemos que nuestros padres prefieren sospechar que es lo que hacemos por las noches, por poner un caso extendido, a conocer que es lo que pasa realmente. Por otro lado, es frecuente escuchar que la sinceridad es la clave en las relaciones de pareja cuando esto es una estupidez. La razón es bien sencilla, si somos totalmente sinceros con nuestras parejas perderemos nuestra autonomía y pasaremos a ser un todo formado por dos personas que lo saben todo el uno del otro. También hay que destacar que cuando en una pareja se decide ser sincero el resultado, generalmente, no resulta satisfactorio puesto que la información intercambiada va a llenarnos de suspicacias y conjeturas que hacen más mal que bien.
En cuanto a la información que ocultamos a nuestros padres significa la reafirmación de nuestra independencia así como la construcción de nuestro propio universo fuera de la órbita paterna. También añadir que nuestros padres conocen bastante que es lo que hacemos cuando no nos ven pero no desean que se lo confirmemos pues mientras sea una sospecha (que ellos saben que en gran parte es cierta pero no deja de ser sospecha) será un pensamiento más y no entrará dentro del campo de las realidades.
Y todo esto no es más que manejo de información. Esta herramienta es algo que empleamos continuamente incluso sin darnos cuenta y que es el eje de la política, la economía, las relaciones sociales,... Por ello aquel que maneja la información es aquel que ostenta el poder (los dirigentes no son más que las caras visibles de los grupos de poder informativo). Un ejemplo de manejo de información lo hemos tenido recientemente en el Congreso Republicano de los EUA con la figura de Sarah Palin y la historia de su hija menor de edad preñada y también con un a denuncia por abuso de poder cuando era gobernadora de Alaska. Si quereis saber como se maneja la información a todos los niveles, conseguid la serie "El Ala Oeste de la Casa Blanca" y disfrutad.
Segunda noticia:
Creo que la intervención del gobierno yanqui es la mejor muestra de que el sistema de libre mercado es una de las mayores patrañas que existen. Cuando las cosas van bien, los empresarios hostigan al gobierno para que no meta a no ser para que le baje los impuestos o les proporcione mayores exenciones fiscales. Mientras, cantan loas al libre mercado y su grácil bailes de números en los que sus beneficios suben y suben y no dejan de subir. ¿Pero qué pasa cuando sus maniobras financieras se vuelven en su contra? Se arrodillan implorando clemencia ante el Estado y pidiendo que nuestro dinero, el de todos los contribuyentes les ayude a salir de la crisis que ellos han creado. Como siempre, seremos los ciudadanos los que paguemos el pato.
No quiero que nadie piense que soy un anticapitalista, nada más lejos de la realidad. Lo que creo es que ya eshora de ir reformulando el modelo económico mundial. Aquel que piense que tenemos un sistema político y económico- financiero perfectoestá muy equivocado. Pasarán varios siglos hasta que el hombre pueda vislumbrar el sistema económico que aporte estabilidad y (por qué no decirlo) aburrimiento, puesto que las crisis serán apenas una brisa de mayo comparadas con estos huracanes que nos azotan.
1 comentario:
¡Vago, que eres un vago! A ver cuándo actualizas, que he vuelto hasta yo...
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